‘Mala junta’: entrevista con la cineasta mapuche Claudia Huaiquimilla

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Del corazón y con el respaldo de su comunidad, Claudia Huaiquimilla realiza la película Mala Junta en torno a la discriminación y los jóvenes en su comuna mapuche de Mariquina.

“Mala junta porque quizás yo fui considerada en algún momento así por mi familia por no estar adecuada a los patrones que se esperan, y también por sufrir discriminación al ser indígena”, dice la joven cineasta chilena sobre el título de su primer largometraje.

c3br36axaauzxyz-jpg_largeLa película exhibe una bella fotografía con sólidas actuaciones sustentadas por diálogos naturalistas. El guión presenta varias líneas narrativas organizadas en una curva dramática que revelan a unos personajes llenos de interés, balanceando lo personal y el contexto social de la realidad mapuche.

“Esto es lo que pienso respecto al trato de la sociedad con los jóvenes que no tienen oportunidad y del trato del país hacia mi comunidad indígena”, dijo Huaiquimilla. “Creo que hay que decirlo fuerte y claro”.

Honesta, elocuente y llena de entusiasmo, conversamos con Huaiquimilla el año pasado en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, México, sobre su infancia, su formación cinematográfica, la discriminación hacia el mapuche, la subvención pública del cine en Chile y el exitoso concurso de Mala junta en la sección del festival dedicada a películas inacabadas, donde se la premió con $60,000 para dar un acabado profesional a un proyecto que en varias ocasiones Huaiquimilla dudó poder terminar.

Finalizada un año después de su éxito en Guadalajara Construye, y recientemente galardonada en el Festival de Cine de Valdivia, Chile, Mala junta regresará al festival mexicano como candidata a mejor película iberoamericana en competición.

Claudia Huaiquimilla, directora del largometraje 'Mala Junta', durante Guadalajara Construye. Guadalajara, México. Marzo 6, 2016. Foto © Michel Amado.

Claudia Huaiquimilla, directora del largometraje ‘Mala Junta’, durante Guadalajara Construye. Guadalajara, México. Marzo 6, 2016. Foto © Michel Amado.

¿Cómo nació tu pasión por el cine?
Está muy ligado a mi ascendencia indígena. El relato oral es muy importante en las culturas indígenas, y eso da muchas imágenes. El contar historias fue muy importante para mí desde pequeña. Y el lenguaje audiovisual me empezó a gustar mucho, en especial el cine, porque creo que tiene algo muy parecido al relato que tenemos nosotros los indígenas, en que una cosa no significa literalmente eso sino que hay un subtexto detrás. Y el cine tiene eso. Tiene un ritmo más pausado, tiene un subtexto, tiene una emoción… Uno no lo entiende de inmediato. Sentí que esa era mi plataforma, mi versión 2.0 del relato que yo conocía.

Además de tus orígenes mapuches, has declarado que los traumas infantiles fueron tu otra inspiración para Mala junta.
Esta película se llama Mala junta porque quizás yo fui considerada en algún momento así por mi familia por no estar adecuada a los patrones que se esperan. Y también por sufrir discriminación al ser indígena. Sufrí mucha discriminación. Y se sufre siempre. Cuando niño, uno es el indio y te molestan. Y cuando eres más grande eres terrorista. Después puedes ser un peligro en un trabajo. Uno alza la voz fuerte y eso no siempre es muy bien visto, y menos en una mujer.

Me interesaba mucho ver cuando a los niños o adolescentes se les cataloga de problema. No es que uno nazca malo, sino que tiene que ver con consecuencias de la crianza, del entorno que a uno le tocó. Creo que es la infancia, los primeros cinco años de vida, donde todas las cosas que uno vive, traumas o experiencias buenas, determinan muchas de las decisiones que tomamos después en la vida. A veces no entendemos por qué algo nos afecta, y ahí está la explicación, en este momento.

mv5byjhimzvimdytotexnc00ogjmltgynzktnmmwogzjytu3mwzmxkeyxkfqcgdeqxvymtcxntyymjm-_v1_¿Dónde estudiaste cine?
Estudié dirección audiovisual en el Fondo de Cine en la Universidad Católica de Chile. Allí me dediqué después mucho tiempo a hacer ayudantía, especialmente en el taller de ficción. La ficción fue mi especialidad, en especial la dirección y el guión.

En 2012 filmaste un documental de 18 minutos, San Juan, la noche más larga.
Un cortometraje de ficción. Fue mi proyecto de egreso de la universidad. Retrata la historia de un niño pirómano y en la historia se quema una vírgen. Y al ser una universidad católica esto podría haber generado un problema, pero encontraron que mi propuesta estaba justificada en la historia y no hubo ningún problema. Sentí que era totalmente un voto de confianza. Al estudiar la piromancia me di cuenta que era un modo de expresión y de liberación, generalmente, de violencia intrafamiliar. La idea era poner poner al espectador en los piés de un niño pirómano y entenderle. Trabajé con actores naturales, en el fondo mi familia, porque no tenía presupuesto.

Y tiene lugar en la noche de San Juan, el 23 de junio.
Exactamente, un momento en el que se hace una ceremonia bien especial en el sur de Chile, justamente con fuego. Presenta todo un contrapunto para el momento del clímax del personaje en el que tiene que tomar una decisión.

bad-influence_regular¿Y este cortometraje fue la génesis de Mala junta?
El protagonista del cortometraje es el coprotagonista de Mala junta, un joven niño indígena que sufre discriminación y se junta con otro. Ambos son jóvenes prejuiciados por sus padres o por sus coetáneos, en el fondo por su entorno. Lo que me interesaba a mí en esta película, además de hablar de estos marginados, era hacer un paralelo entre estos jóvenes prejuiciados y cómo los trata la sociedad, cómo trata el país de Chile a mi pueblo, al pueblo mapuche.

El guión está muy bien construido, un buen balance entre la historia personal y el contexto social. ¿Lo escribiste junto con tu pareja, Pablo Greene?
Sí, Pablo fue guionista. Fue inevitable que yo compartiera con él esta idea. La idea inicial son pulsiones mías. Trabajo desde lo que conozco y a partir de eso escribo. Hasta ahora no he podido escribir cosas que no conozca. Empezó una escritura en conjunto con él y participamos en un laboratorio de cine independiente. Después nos lanzamos a mandarlo a concursos de guión y ganamos el premio al mejor guión en desarrollo en el Festival de Cine de Valdivia. Y después de eso ya nos fuimos al rodaje. Fue bien cuidado el guión, pero no lo expusimos mucho la verdad, no hubo muchas opiniones. Está bien en bruto y es bien fiel a lo que se escribió. Se fueron agregando cosas en el rodaje, por supuesto, pero no hubo mucha opinión detrás. Sí hubo una asesora cubana que nos guió y que fue muy importante para mí porque ella también está muy ligada a lo social.

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El guión tiene varias líneas narrativas: el bullying en la escuela, el papá ausente, el duelo entre el otro niño y su papá, el trasfondo político que gradualmente adquiere más protagonismo…
Al ser mi ópera prima tenía demasiadas cosas que decir…

No, en ningún momento se sienten demasiadas…
Igual es un primer corte en el que vamos a trabajar ahora volviendo a Chile y vamos a limpiar un poquito. Manteniendo las líneas pero dándole prioridad a alguna. Porque en algún momento pueda ser que alguno se marea con tanta información.

O sea que el balance podría cambiar… ¿Vais a editar la imagen?
Sí, todavía vamos a hacer un siguiente corte.

¿Tenéis otro material para incluir?
Yo creo que más que integrar, van a ser poquitos planos, pero vamos a simplificar. El feedback que me han dado aquí en el festival ha sido justamente para que limpie un poco, simplifique, para que se potencie aún más la historia, quede aún más clara. Pequeños detalles que sacar para que quede clarísimo.

La película se siente muy natural, en gran medida por los diálogos. ¿Cómo fue la experiencia de dirigir actores?
A mí me gusta mucho escribir diálogo. Con Pablo los hacemos, los ensayamos y los actuamos antes. Y probamos también si nos dan risa, porque aunque esta historia es dramática, necesitábamos el contrapunto de que la gente se involucrara con los personajes y que los quisiera y se entretuviera junto con ellos. Cuando uno está haciendo maldades uno es cómplice. Búscabamos que el público se sintiera cómplice para que luego les doliera también.

La mayoría de las escenas las ensayamos con el diálogo mismo, pero lo íbamos adecuando a sus palabras. Pero en general se mantuvo la estructura que se escribió. Cuando ellos no entendían bien el contrapunto yo les explicaba el subtexto detrás, por qué está respondiendo eso. Y así lo íbamos probando. Pero siempre fluyó muy bien. Y si se nos ocurría algo lo incorporábamos, porque a veces surgían cosas que nos daban risa. Como que lo decíamos, nos reíamos en la toma, y decíamos ‘ahora que ya nos reímos podemos hacerlo una vez más sin que nos dé risa a todo el equipo’.

¿Cuánto tiempo duró el rodaje?
Estuvimos tres semanas, casi un mes en verdad, de rodaje en el sur de Chile.

mj-funeral-mapucheAyer durante la presentación hablaste de la escena del entierro, una escena mágica con los caballos, las banderas… ¿Tú eres de ese pueblo mismo donde se filmó?
Sí. Grabamos en mi casa. Básicamente grabamos en todo el territorio familiar. Los que salen en el funeral son mis vecinos y familiares, toda la gente que creía que era importante contar esta historia desde el punto de vista de alguien de ahí. Por eso digo que quizás no tuvimos mucho dinero, pero si tuvimos lo más importante, que creo que es convicción política y la voluntad de las personas. A mi modo de ver, y quizás es una mirada más mística de lo que es el cine, es mucho más importante.

San José la Mariquina se llama donde rodasteis la película.
Esa es la provincia, pero la comuna se llama Mariquina sólo, en la Región de los Ríos.

En Guadalajara habéis recibido tres premios de postproducción para terminar la película.
La ganancia de Guadalajara ha sido enorme, porque primero es el feedback internacional respecto a si entienden la película. Yo quería hacer un nuevo corte pero estaba esperando estas opiniones, y concordaron mucho con la visión que nosotros teníamos junto a la montajista, así que voy a llegar a aplicar ese nuevo corte. Aquí en Guadalajara ya ganamos incluso la posibilidad de que va a poder ver la luz este proyecto, que en algún momento yo lo dudé…  Me preguntaba ‘¿será posible que lo podamos hacer y de buena calidad?’

¿Cuántos años han pasado desde que empezaste a trabajar en Mala junta?
La preproducción desde el 2013 o 2014, y fue filmada el verano de 2015. Pero estábamos viendo que era difícil el poder cerrar la película en postproducción. Y entonces veníamos aquí por uno, o de imagen o de sonido, y nunca esperamos que nos fueran a dar como nos dieron dos de imagen, el de Chemistry y el de HBA Argentina, y además nos dieron la postproducción de sonido que nos la dio AO Sonido. Y además Guadalajara nos dio la opción de que se nos han acercado agentes de venta.

cvs7fyaweaajtcwCon el apoyo de organismos del gobierno, Chile tiene una presencia muy fuerte en festivales durante los últimos años. ¿Recibiste dinero público para Mala junta? ¿Son suficientes las ayudas al cine en Chile?
Sí, yo tuve dinero público, pero regional. Creo que se hace muy poco el recurso que hay. Pero, más que eso, creo que es la forma en que son elegidos los proyectos más que el dinero lo que parece que no está adecuado en Chile. La forma de selección hace que todos [los postulantes] nos agarremos a pedazos y salga ganando el más fuerte, que al final tiene que ver mucho con la oferta del mercado. A mi modo de ver.

Es muy poco probable que una ópera prima, y además con carácter social como es la mía, sea financiada por un fondo nacional. Si tu miras ahí, no está mi nombre. Estoy en competición y en todo lo de Cinema Chile no está mi fotografía, no está mi nombre. Se lo dije, ‘ahhh, porque soy mapuche, ¿cierto? Porque vengo muy del sur’.

Cinema Chile es el organismo oficial de cine en tu país…
Sí. Y me dijeron, ‘no pusimos porque estaban sólo las de en competencia’. Mentira. Están otras que no están en competencia y no estoy yo que sí lo estaba. Son gestos, pero que se suelen repetir. Bueno, ahora que ganamos sí, lo subieron a su página con fotografías. Y espero que en adelante sí se haga. Y que esto abra puertas para otros realizadores también, para otras óperas primas. No existe una línea de óperas primas, al menos en Chile, y creo que son obras muy potentes, obras muy honestas.

Yo me dije, ‘tengo una pulsión muy grande aquí adentro, necesito contar esta historia, si lo hago por este mecanismo quizás pase 10 años intentándolo, y yo lo voy a hacer igual’. Entonces por eso me fui con un fondo audiovisual regional que era para un mediometraje. Muy poquito dinero, pero yo lo hice largometraje. Y la ayuda de la municipalidad que nos dio alojamiento, comida, transporte, servicios. La gente actuó gratis y el vestuario lo usamos de mi familia. Las banderas son las que nosotros utilizamos en las ceremonias. Los caballos son mis caballos más jinetes que se les invitó.

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Directora Claudia Huaiquimilla (centro), Rebeca Gutiérrez Campos, productora, y Pablo Greene, guionista y productor, Festival de Cine en Guadalajara, México, 2016.

Para haber sido tan familiar, está muy bien realizada, felicidades. ¿Y ese pañuelo con una estrella que llevas puesto qué significa?
Es la estrella mapuche, la primera estrella que sale al alba y que nos guía a nosotros. Necesitaba mi protección. Esto impide, por ejemplo en el pecho, los malos sentimientos. Las cosas malas que yo pueda escuchar las elimino. Así que si me decías cosas malas de la película… Yo siento aquí la fuerza de mi abuelo, de mi familia, y que estaban todos. Es un símbolo también para que lo vieran pero yo me siento protegida también.

La productora, Rebeca Gutiérrez Campos, dijo ayer que Mala junta está pensada para generar diálogo y discusión en torno al pueblo mapuche. ¿Es ése el mensaje de tu película?
Más que el mensaje es por lo que yo hago cine. Creo que esta película no le va a gustar a todo el mundo. Y también es mi objetivo como realizadora. Me gustaría generar ruido. Alguien de Chile me dijo hoy día ‘¡está dura tu película!’. Como queriendo decir difícil. Y a mí me gusta eso. Espero que se muestre en Chile, poder estar al final de las funciones, que alguien quizás me reclame y me diga pero por qué está diciendo… y que se abra el debate. Ojalá, me gustaría eso. Creo que ya con haber ganado este premio, y que no se financió en Chile y está lográndose acá, se va a lograr. Yo no estoy ocupando eufemismos, lo estoy diciendo directamente. Esto es lo que pienso respecto al trato de la sociedad con los jóvenes que no tienen oportunidad y del trato del país hacia mi comunidad indígena. Creo que hay que decirlo fuerte y claro.

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